Confiamos en que Dios nos guiará por este camino, luego de buscar dentro de nuestras comunidades comenzamos a darnos cuenta de que las familias y las personas no solo necesitan comida física, sino que casi nunca se considera o se habla de su bienestar espiritual. Aquí es donde queremos marcar la diferencia y cambiar en su patio trasero; al colocar mentores y consejeros que utilizan las enseñanzas bíblicas, las familias pueden ver el crecimiento, encontrar un propósito, ayudar a otros y, cuando estén disponibles, convertirse en mentores dentro de sí mismos. Es importante para nosotros desarrollar la comunidad y depender unos de otros para pasar por las estaciones de la vida.

En la palabra de Dios, recordamos constantemente que el hombre no vive solo de la comida, sino de la palabra de Dios. Es un deber honorable cuidar de los necesitados y cansados.

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